PIOJOS O PEDICULOSIS

Los piojos son unos
diminutos insectos parasitarios y desprovistos de alas que viven entre el
cabello de los seres humanos y se alimentan de cantidades sumamente pequeñas de
sangre que extraen del cuero cabelludo.
Los piojos son un problema muy
habitual, sobre todo en los niños. Son contagiosos, molestos y veces muy
difíciles de eliminar.
Lo mejor es tratar los
piojos en cuanto se detecten porque se pueden contagiar fácilmente de una
persona a otra.
Signos de que un niño tiene piojos
A pesar de su diminuto tamaño, los piojos se pueden ver a
simple vista. He aquí lo que deberá buscar en la cabeza de su hijo:
Huevos de piojo (denominados "liendres"). Antes de
salir del cascarón, tienen el aspecto de puntitos amarillos, marrones o de
color mostaza.
Piojos adultos y ninfas (piojos inmaduros). Un piojo adulto
no es más grande que una semilla de sésamo y su color oscila entre el blanco
tirando a gris y el canela.
Rascado. Cuando los piojos muerden el cuero cabelludo, llega
la picazón y el rascado. Se trata de una reacción a la saliva de los piojos. De
todos modos, el picor no siempre empieza de inmediato, es algo que depende de
lo sensible que sea a los piojos la piel del niño.
PREVENCIÓN
Los piojos sin dudas son un
flagelo para la cabeza de los niños y para la preocupación de las madres. Es
muy probable que tus hijos se contagien de pediculosis (nombre científico)
cuando van a la escuela, al club o a una plaza. Conoce en este artículo algunos
de los remedios caseros más eficaces para eliminar piojos y liendres.
Los piojos pasan de una
cabeza a otra de una manera muy fácil. Por eso, es necesario tomar algunas
medidas adecuadas de higiene:
-
Peinar y cepillar
diariamente el pelo.
-
Revisar
frecuentemente la cabeza de los niños, principalmente detrás de las orejas y en
la nuca.
-
Limpiar peines y
cepillos con frecuencia.
-
No intercambiar
útiles como peines, gorros, gomas, horquillas, etc.